domingo, 10 de julio de 2011

LA CREDIBILIDAD DEL RESPALDO DE MARCA

Me ofende sobremanera que la investigación de mercados y el respaldo por parte de las instituciones especializadas sea una farsa en Colombia.
Considero una falta de respeto con el consumidor que este tipo de productos sean avalados por especialistas e instituciones que se supone son serias: ¿cómo van a insinuar en un comercial de Frutiño que tomarlo es mejor que consumir jugos de fruta naturales? ¿cómo preferirán las mamás el jugo de frutas sobre un polvo hecho de forma artificial? ¿qué nutricionista incluiría dentro de una dieta balanceada un vaso de Frutiño de naranja o piña al desayuno?

Para el caso de este tipo de productos, es muy utilizado el testimonial como respaldo del producto. En este caso es utilizado para erróneamente, insinuando sugerentemente (aunque parezca reforzado, no hay otra expresión que se me ocurra para referirme a este comercial)  que el producto podría llegar a reemplazar a la fruta natural. En este caso es esto un mas ofensivo para el publico que siempre ha sabido que
Creo que este es el resultado de una falta total de una  identidad de marca real, donde aun se busca el diferencial en el producto sin ningún tipo de planeación y en una exploración constante de razones para respaldar una gran mentira: el producto es el mejor. Esto no es así y mucho menos comparado con lo realmente natural, lo que afectará al producto y a la marca gracias a la mentira, a la fuerte corriente actual que aboga por lo natural, donde las amas de casa están buscando ofrecer los mejores productos a su familia: los más naturales y saludables, no solo pensando en los niños sino también en los adultos, gracias a enfermedades comunes hoy por hoy como la hipertensión, la hipoglicemia y la hipertensión entre otras. Esta más que instaurado en la mente de las amas de casa que lo natural prima sobre lo artificial y Frutiño definitivamente no encaja en esa onda.
Considero que si la marca tuviera una identidad fuerte, que le permitiera crear una conexión real con su grupo objetivo, así como un mensaje claro que le permita a este tener una conexión real con un producto cuya categoría ofrece las mismas características y donde el diferencial no es el producto, no tendría que recurrir a este tipo de “jugadas“ tan inteligentes.
Este respaldo me recuerda la película Gracias por fumar, basada en la novela de 1994 de Christopher Buckley, del mismo título y adaptada para cine, donde se aprovecha de menciones y opiniones para respaldar productos que buscan aprobación por parte del consumidor por su dudoso aporte a la salud y bienestar del mismo. 

El manejo de este tipo de respaldos le restan seriedad y credibilidad a las instituciones que los emiten, además de convertirlos en un intento cobarde por parte de las marcas que no los saben utilizar, de engañar al consumidor, sin tener en cuenta que la audiencia dejo hace rato de ser manejable y sosa, para pasar a ser un organismo pensante y critico, que evalúa, critica, compara, opina y se informa sobre los productos que consume, por lo que considero y concluyo que este manejo al fin de cuentas ni le hace sino daño a la marca.

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